https://t.co/X2Vxi0HJdF (acceso al momento de la intervención)
Interpelación en el Congreso de los Diputados, Sofía Castañón portavoz del Grupo «Podemos» en la Sesión de Control del 12 de Julio ha tomado la voz de millones de mujeres «La biblioteca de mujeres nos permite tener memoria, historia, conocimiento y reconocimiento» … y lanza la pregunta a la ministra de Sanidad Dolors Montserrat ¿Qué planes tiene el Instituto de la Mujer para la Biblioteca de Mujeres? …nos congratula la respuesta proactiva de la señora Ministra, apoyamos su decisión y deseamos que su proyecto «Espacio para la Biblioteca de mujeres en Madrid» sea exitoso, en definitiva después de 10 años una realidad que pronto empecemos a disfrutar de una vez.
“Toda la historia de la lucha por la autodeterminación de las mujeres ha sido ocultada una y otra vez. Uno de los obstáculos culturales más serios que encuentra cualquier escritora feminista consiste en que, frente a cada trabajo feminista, existe la tendencia a percibirlo como si saliera de la nada, como si cada una de nosotras no hubiera vivido, pensado y trabajado con un pasado histórico y un presente contextual. Esta es una de las formas por medio de las cuales se ha hecho aparecer el trabajo y el pensamiento de las mujeres como esporádico, errante, huérfano de cualquier tradición propia”
(Adrienne Rich. Sobre mentiras, secretos y silencios)
Como explicaba Marisa Mediavilla fundadora de biblioteca de mujeres 1985 en Madrid en su discurso de la Feria del Libro de Madrid 2017 dentro de la Campaña “Por un espacio propio par la BdM”:
Tan pronto como las mujeres tenemos conciencia de nuestra situación social necesitamos saber el porqué de la discriminación y conocer nuestro pasado, necesitamos saber cómo han vivido nuestras antecesoras, qué han escrito y pensado.
Todas las bibliotecas de mujeres sean de principios o finales del siglo XX, de Europa o de Australia, de semejantes o diferentes culturas, los motivos de su creación son siempre los mismos: dificultad de conseguir información, necesidad de conocer nuestra historia, preservar la memoria de las mujeres, compartir y facilitar el conocimiento y la información, promover la investigación, pretendiendo que algún día pueda elaborarse otra historia no androcéntrica. Lo que todas estas bibliotecas tienen en común es que fueron creadas por mujeres o grupos de mujeres feministas, pues siempre van unidas a la reivindicación y conquista de nuestros derechos.
Hoy día las bibliotecas de mujeres tienen el mismo sentido que en 1985 cuando la creé, pues en 2017 pocas son las bibliotecas y centros de documentación especializadas en el tema.
Las Biblioteca Públicas, unas no adquieren estos documentos por considerarlos especializados, y las que sí los compran, como no son bibliotecas de conservación, los documentos que compraron en los 70, 80, 90… han desaparecido de sus catálogos por lo que si alguien los necesita o quiere leerlos, a dónde va?. También hay que tener en cuenta que de las obras de mujeres apenas se publican 2ªs ed. o reimpresiones por lo que, una vez descatalogadas, es difícil conseguirlas incluso en los catálogos de libros antiguos o librerías de viejo.
Tienen que existir bibliotecas especializadas de mujeres donde poder consultarlos, como existen bibliotecas especializadas en otros temas.
No olvidemos que las Bibliotecas de Mujeres y Centros de Documentación son un patrimonio cultural del que hasta ahora hemos carecido y seguimos careciendo las mujeres.
La historia de las mujeres no es un tema de moda y apenas ha empezado a contarse desde el punto de vista de sus protagonistas por lo que hay que guardar y difundir todos y cada uno de los documentos que contribuyan a ella.
Referencia:
Mediavilla Herreros, Marisa (2017) Discurso. Feria del Libro 27, mayo, 2007. Campaña “Por un espacio propio par la BdM”.